"La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso interior: para orar es necesario querer orar. No basta sólo con saber lo que las Escrituras revelan sobre la oración: es necesario también aprender a orar. Pues bien, por una transmisión viva (la sagrada Tradición), el Espíritu Santo, en la 'Iglesia creyente y orante', enseña a orar a los hijos de Dios" (p. 723, #2650).
Esta cita del Catecismo hace dos declaraciones sumamente controversiales. Examinemos cada una de ellas. En primer lugar:
"La oración no se reduce al brote espontáneo de un impulso interior".
De acuerdo a la Biblia, la oración puede brotar espontáneamente. La Palabra de Dios contiene miles de ejemplos de impulsos espontáneos... y Dios escuchó cada uno de ellos:
"Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió".
Salmos 3:4 "Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste".
Salmos 30:2 "A Jehová clamé estando en angustia, y él me respondió".
Salmos 120:1 "Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah".
Salmos 62:8
Las oraciones católicas, en vez de ser expresiones espontáneas, son una interminable repetición de palabras escritas. Es interesante notar que Jesús prohibió este método de oración, y dijo que los "paganos" realizan tal práctica:
"Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos".
Mateo 6:7
En segundo lugar, el Catecismo afirma:
"No basta sólo con saber lo que las Escrituras revelan sobre la oración: es necesario también aprender a orar. Pues bien, por una transmisión viva (la sagrada Tradición), el Espíritu Santo, en la 'Iglesia creyente y orante', enseña a orar a los hijos de Dios".
Aquí el Catecismo proclama que las Escrituras no pueden enseñarle a orar. Para eso usted debe acudir a la Iglesia Católica. Sin embargo, mucho tiempo antes de que existiera la Iglesia Católica, la gente oraba y sus oraciones eran contestadas:
"Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas".
Génesis 20:17 "... Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió".
Números 11:2 "Oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo".
2 Reyes 6:18
Estas personas espontáneamente clamaron a Dios, sin la ayuda de la Iglesia Católica. Dios ofrece esta invitación a sus hijos:
"Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás".
Salmos 50:15 "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias".
Filipenses 4:6-7
La Palabra de Dios nos enseña que Dios no sólo acepta las oraciones espontáneas, sino que nos exhorta a orar de esa manera.
¿Es sólo coincidencia que esta doctrina católica mantenga a los seguidores en mayor sujeción a Iglesia Católica? Usted tendrá que decidir cuál es la respuesta.
Nos encontramos ante un empate. La Biblia condena la forma de oración del catolicismo, y la Iglesia Católica condena la forma de oración bíblica. Obviamente, usted tendrá que decidir a cuál seguir.
¿Seguirá la enseñanza de Dios y de su Santa Palabra, o seguirá las tradiciones de hombres?
"Clamaron a ti, y fueron librados; con-fiaron en ti, y no fueron avergonzados".
Salmos 22:5
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